Esta recién pasada Navidad, el presidente Javier Milei decidió regalar a los miembros de su Gabinete presidencial en Argentina, un libro: Defendiendo lo indefendible (Defending the Undefendable) del economista estadounidense Walter Block (en español lo encuentra editado por los amigos de Innesfree, tanto en formato físico como en ebook). Block es un reconocido académico y un adherente a la Escuela Austríaca y al anarcocapitalismo, y es autor precisamente de uno de los libros más controvertidos dentro del pensamiento libertario, de modo que el regalo del libro ya generó una viva polémica en los medios argentinos y en la política de ese país.
Publicado originalmente en 1976 por Block, profesor emérito de economía y generoso colaborador de muchísimas instituciones libertarias, desafía prejuicios profundamente arraigados al analizar figuras y prácticas sociales sumamente vilipendiadas, argumentando que éstas no violan derechos individuales, ni recurren a la violencia y que por el contrario, paradójicamente, contribuyen al buen funcionamiento del mercado libre.
El libro ha sido elogiado por figuras como Murray N. Rothbard y Friedrich A. Hayek, quien lo comparó con la “terapia de choque” que lo convirtió en defensor del mercado libre. Rothbard destacó que, al analizar casos extremos, Block ilustra mejor que muchos tratados académicos y científicos la moralidad y eficiencia del libre mercado. Sin embargo, esta obra de Block también ha generado críticas por su estilo y por extender argumentos libertarios a terrenos éticamente sensibles.
Si usted desea profundizar en el libro, le invitamos a ver esta video presentación que hicimos en México Libertario hace unos pocos años con el propio Walter Block, con motivo de los 45 años de su publicación.
La tesis central: El principio de no agresión
Block parte del principio de no agresión (Non-Aggression Principle o NAP, por sus siglas en inglés), pilar del libertarianismo: ninguna persona o institución (incluido el propio Estado) tiene el derecho de iniciar la violencia contra otros o su propiedad. Desde esta premisa, actividades consensuales entre adultos, aunque moralmente fueren reprobables para muchos, no deberían ser prohibidas por ley.
El autor aclara que no aprueba moralmente estas conductas, sino que defiende su no criminalización. Su objetivo es desmontar falacias económicas y prejuicios que estigmatizan a ciertos “chivos expiatorios” de la sociedad, mostrando cómo su labor impulsa y hasta beneficia al mercado al satisfacer demandas voluntarias y/o romper monopolios, y por tanto, contribuyen al bien común; en cambio, si se penalizan, eso redunda en el perjuicio colectivo.
El libro se estructura en capítulos cortos, cada uno dedicado a un arquetipo económico “indefendible”: prostituta, proxeneta (padrote), traficante de drogas, usurero, especulador, arrendador de viviendas precarias (slumlord), esquiroles (rompehuelgas), chantajista, difamador, o prácticas como el trabajo infantil o prohibiciones como las del tabaco, etc.
Ejemplos clave de defensas
• La prostituta y el proxeneta — Block argumenta que la prostitución es un intercambio voluntario de servicios sexuales por dinero. El proxeneta, lejos de explotador inevitable, ofrece protección y organización en un mercado ilegalizado por el Estado, que genera más riesgos.
• El traficante de drogas — Prohibir drogas crea mercados negros violentos y que ponen en riesgo la vida de sus usuarios. En tal sentido, legalizar las drogas permitiría una competencia pacífica y una calidad controlada y estandarizada, reduciendo daños colaterales.
• El usurero (prestamista a altas tasas) — En ausencia de regulaciones estatales, éste presta a sectores de alto riesgo (pobres sin garantías o historial crediticio), y por ello, su rol es esencial para aquellos a los que los bancos ignoran, y por ende, sus tasas reflejan el riesgo real y elevado de impago, no explotación.
• El especulador y el acaparador — Acusados de subir precios en épocas de crisis, en realidad anticipan la escasez y redistribuyen recursos de manera eficiente y accesible, incentivando la producción futura.
• El esquirol — Durante huelgas, éste rompe monopolios sindicales temporales, beneficiando a los consumidores con la continuidad de los servicios y moderando demandas salariales excesivas.
• El chantajista — Revela información sensible que la víctima oculta voluntariamente. Block lo ve como libertad de expresión: el chantaje es “venta” de silencio, y prohibirlo coarta derechos.
Otros capítulos abordan al difamador (libertad de expresión), al contaminador (en un sistema de derechos de propiedad claros y reconocidos), al heredero (critica por tanto el impuesto sucesorio) o incluso al falsificador de moneda privado (como crítica a la inflación estatal).
Impacto y críticas
Defendiendo lo indefendible es un ejercicio de lógica extrema para probar la consistencia de las ideas libertarias. Block muestra cómo las intervenciones estatales generan males peores que los problemas que pretenden solucionar y que criminalizar a los actores voluntarios del mercado es contraproducente e injusto, ya que no existe una conspiración contra los pobres, en casos como la usura o el acaparamiento, sino leyes económicas que deben facilitarse. El libro no solo defiende a las “víctimas sin crimen”, sino que expone las hipocresías de regulaciones que benefician a grupos de interés políticos.
Algunos críticos, incluso desde el mismo lado libertario, señalan argumentos de Block que ignoran dinámicas de poder reales (como la coerción en la prostitución) o que parecen insensibles. Otros ven el libro como “dañino” para el movimiento libertario, por su provocación supuestamente innecesaria (si aún hoy se le llama a Block provocador o irreverente, pues imagínese usted en 1976!).
Al respecto, hoy (29 de diciembre de 2025) escuche al Dr. Block en un evento que tuve el honor de co-conducir, y nos recordaba que él ha sido expulsado recientemente de instituciones libertarias muy prominentes, como el propio Mises Institute o The Future of Freedom Foundation, de modo que el gusto por la “cancelación”, pues no es una práctica ni una moda exclusiva de la izquierda woke.
Como las buenas series o pelís, el libro tiene dos secuelas: Defendiendo lo indefendible II (2013) y III (2021), en los que Block amplia los temas, y aplica el análisis libertario a otro cúmulo de interesantes “casos complicados”, que van desde el contrabandista hasta el voyeur, o en su tercera entrega, se expande a temas como la pornografía y los crímenes de “cuello blanco” . E insistiendo en ellos en su punto central: si los tratos entre agentes económicos adultos son consensuales y no hay violencia, entonces son legítimos y beneficiosos para la sociedad: que sean socialmente incómodos no los hace ilegales si no hay daño.
Conclusión: Un clásico provocador
Defendiendo lo indefendible no busca convertir al lector en admirador de proxenetas o traficantes, ni lo invita a consumir drogas o extorsionar, sino que lo invita a cuestionar prohibiciones estatales basadas en una moral mayoritaria. Para Block, la libertad implica tolerar lo “indefendible” si no hay agresión. Es una lectura desafiante que obliga a repensar economía, la ética y el rol del Estado. Muy recomendable para cualquier interesado en las ideas del libertarianismo, aunque se requiere un estómago fuerte por sus argumentos políticamente incorrectos.
Defendiendo lo indefendible es un libro que, casi 50 años después, sigue generando debate, como acabamos de ver en Argentina. Y que se acerca poco a poco a su condición natural de un gran Clásico del análisis económico.

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