Recientemente, el Instituto Fraser de Canadá y su red The Economic Freedom Network, dieron a conocer los resultados de su Reporte de Libertad Económica en el Mundo 2024 (EFW, por sus siglas en inglés).
Dicho reporte es uno de los instrumentos de referencia en la medición de la libertad económica en el mundo, para conocer el grado en que las políticas e instituciones de los 165 países analizados permiten a las personas tomar sus propias decisiones económicas. Para medirlo analiza 45 distintos tipos de datos, agrupados en cinco categorías: Tamaño del gobierno, Sistema legal, seguridad jurídica y derechos de propiedad, Solidez del dinero, Libertad para comerciar internacionalmente y finalmente, Regulación de los mercados.
Uno de los resultados principales de este tipo de estudios y de éste en particular, es que muestra que en los países más libres, el 10 por ciento de su población más pobre gana ocho veces más en comparación a los países menos libres, que la persona promedio en los primeros países vive 16 años más y está un 40 por ciento más satisfecha con su vida; que la alfabetización de los jóvenes es casi universal y no hay brecha de género entre niños y niñas; muestra también que los entornos son más limpios y se cuida más el medio ambiente; y que la gente de esos países más libre es más tolerante con otros géneros, minorías e inmigrantes.
Por el contrario, en los países económicamente menos libres: la tasa de mortalidad infantil es nueve veces mayor; la pobreza extrema es 30 veces más común; el número de niños que trabajan es dos veces y media mayor; la corrupción es mayor; y solo el 78 por ciento de las niñas de 15 a 24 años resultan estar alfabetizadas.
De ello la importancia de medir y avanzar en la libertad económica: sus frutos se miden no como partes de un discurso ideológico, sino con un aumento sustancial en el nivel de vida de los ciudadanos en los países más libre. En los países que decrecen su libertad o se estanca, en la misma medida se decrece o se estanca el bienestar de sus ciudadanos más pobres. No existe mejor medida para sacar adelante a millones de ciudadanos de la pobreza, que adoptar las políticas que hagan más libre económicamente a los países y sus economías.
El caso de México es poco alentador: los seis años de gobierno de López Obrador fueron uno de los estancamientos más prolongados en la historia del país en su libertad económica. Cabe aquí aclarar que el EFW incorpora un retraso de dos años en sus mediciones: dada la enorme cantidad de datos de 165 países, se requieren dos años para uniformar y comparar dichos datos. Por lo que en realidad, los datos de 2024 corresponden a 2022, sin embargo esto no cambia sustancialmente la medición mexicana; tal vez oculta las graves regresiones legales de los últimos dos años de gobierno de López Obrador y la tóxica reforma al Artículo 19 de la Constitución Política Mexicana, realizada a fines de la pasada legislatura por iniciativa de López Obrador.
Así, el informe 2018 del EFW, colocaba a México en el puesto 69 a nivel mundial, con un escore de 7.07, en una escala donde la cercanía a 0 es de menor libertad económica y donde la cercanía a 10 indica la mayor libertad económica posible. El Informe 2024, en contraste, coloca a México en la posición número 65, con un score del 6.94. Es decir, el estancamiento de México en los últimos años ha sido persistente y solo con movimientos más bien laterales. En dicho período, el aspecto más mal evaluado persistentemente del país, ha sido el rubro de Sistema legal, la seguidad jurídica y los derechos de propiedad: en 2018 el escore de este rubro fue de 4.65 y en 2024 disminuyó al 4.32.
Es decir, México ha sido siempre un país cuyo sistema jurídico no ofrece garantías de nada, en donde los derechos de propiedad y los contratos están siempre condicionados a ser reconocidos por la fuerza, influíos los intereses políticos y siempre en peligro de una intervención gubernamental abusiva, de un manotazo sobre la mesa. La reciente Reforma al Poder Judicial seguramente solo acentuará dichos rasgos. Y la nueva reforma ya aprobada al Artículo 19 de la Constitución y la nueva reforma que ya analiza la nueva legislatura para completar el llamado Plan C de López Obrador, para ampliar el listado de delitos sujetos a prisión preventiva automática y que ordena a los jueces dictarla sin mayor consideración, seguramente llevará más abajo el escore anteriormente indicado.
La libertad económica es también un excelente barómetro de la prosperidad de países y sus sociedades. Recordemos solo que cuando Venezuela desmanteló las libertades económicas y se convirtió en un país socialista mediante nacionalizaciones, controles de precios, controles cambiarios y restricciones comerciales y empresariales, también pasó de ser uno de los países más ricos de Sudamérica a uno del que millones de ciudadanos huyeron cada año debido a su pobreza y es el país con la más baja libertad económica en el mundo. Así que cuando en un país sufre o decae la libertad económica, ese es un aviso certero de un escenario lamentable para la gente común, sin medios de defensa y sin refugio.
Este es una versión ampliada de mi participación en la VII Cumbre Internacional de la Libertad, el 8 de Nov. de 2024 en Lima, Perú.
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