
Federico Döring, uno de los panistas más proclives al escándalo mediático, volvió a hacer de las suyas: ahora presentó una denuncia contra varios morenistas (El Universal, 03/sep/2025), incluido nada menos que Andrés López Beltrán, hijo del presidente. A primera vista, parecería otro episodio en la larga saga de “denuncias que no llegan a ningún lado” —esa estrategia mediocre y cansina del PAN que da la impresión de acción, pero rara vez produce resultados tangibles. ¿De qué sirve fingir oposición con expedientes huecos mientras Morena sigue moviendo los hilos del poder sin contrapeso real?
La constante panista: denuncias como performance
Durante años, el PAN ha jugado el mismo teatro. Sus denuncias suelen basarse en investigaciones periodísticas ya publicadas, con escasa o nula elaboración propia en términos de inteligencia, pruebas judicializables o redes jurídicas robustas. Es el outsourcing de la indignación. En la práctica, funcionan como conferencias de prensa con trámite legal agregado. El resultado: ruido en medios por 24 horas, olvido inmediato, y una oposición que parece más preocupada por tomarse la foto que por disputar el poder en serio.
¿Por qué esta denuncia podría ser distinta?
- El personaje involucrado: No es cualquier morenista. Andy López Beltrán, aunque esquivo y resbaloso, alguien podría decir discreto, es figura clave en las redes de operación política de Morena. Tocarlo implica abrir la puerta a la narrativa de “corrupción familiar” en el corazón de la 4T.
- Contexto de sucesión: Estamos en la fase de reacomodo para 2027-2030. Cualquier ataque contra Andy no sólo lo toca a él, sino que resuena en las tensiones entre los bloques morenistas: el eje tabasqueño de López Obrador y Adán Augusto, frente al eje capitalino que encabeza Claudia Sheinbaum con Harfuch.
- Oportunidad narrativa: A diferencia de otros casos, aquí la denuncia puede ser capitalizada por un sector de Morena mismo. Sheinbaum podría usar la presión externa contra Andy como palanca para debilitar al grupo tabasqueño y consolidar su liderazgo. Si es así, la oposición estaría sirviendo como peón involuntario en el tablero de la jefa de Estado.
Escenarios posibles
- El fueguito que muere en el infiernillo: Lo más probable. La denuncia se pierde en los pasillos de la Fiscalía, Andy nunca pisa un juzgado y todo se olvida en cuestión de semanas. El PAN suma otra raya a su tigre de la irrelevancia y Morena sigue entero.
- Andy fortalecido: El escenario feo. Con claras reminiscencias al caso del fallido desafuero emprendido por Fox contra su padre, el golpe externo lo convierte en víctima y lo catapulta como figura visible para el ciclo 2027-2030. En este escenario, la oposición le regala estatura política a quien hasta ahora había preferido el bajo perfil. Sería el colmo de la torpeza.
- Sheinbaum juega ajedrez: El más complicado. La presidenta no interviene para defender al hijo del presidente saliente y fortalece al Fiscal del caso contra Gertz y todos los obradoristas. Deja que el fuego crezca lo suficiente para que Andy se debilite y, con él, la influencia del eje tabasqueño. Resultado: Sheinbaum queda como árbitro fuerte, capaz de “limpiar la casa” sin ensuciarse las manos.
Conclusión
La denuncia contra Andy López Beltrán podría ser un parteaguas si —y solo si— el PAN rompe con su guion habitual: si genera pruebas sólidas, si arma una red jurídica que le dé seguimiento y si entiende que hacer política no es solo presentar papeles. De lo contrario, será otra puesta en escena, útil sólo para el boletín de prensa. Y mientras tanto, los actores principales de Morena seguirán aprovechando la incompetencia opositora: Andy puede salir reforzado, Sheinbaum puede consolidarse, y el PAN seguirá aplaudiéndose a sí mismo por incendiar cerillos en un país que arde por completo.
Deja un comentario