Carta a un amigo izquierdista

Querido amigo,

Por tanto tiempo y tantas circunstancias hemos estado alejados. Te escribo con la esperanza de que podamos encontrar un terreno común en esta complicada travesía hacia una sociedad más justa y próspera. Quiero comenzar reconociendo la pasión y el compromiso que pones en defender a los más vulnerables, en luchar por un futuro más equitativo y en proteger a nuestro planeta. Admiro profundamente la compasión que te mueve a exigir justicia para quienes han sido marginados y tu deseo genuino de construir un mundo donde todos tengan las mismas oportunidades.

Sé que compartimos muchas de las mismas preocupaciones. También quiero que la gente viva en un entorno justo y libre, donde no se les niegue la oportunidad de prosperar. Sin embargo, creo que donde nuestras visiones difieren no es tanto en el objetivo, sino en el camino para alcanzarlo.

Para mí, la verdadera libertad radica en la autonomía personal, en el poder de decidir nuestro propio destino sin la constante intervención de un gobierno que, aunque platica siempre esa historia del progreso y la justicia social, siempre se ha traicionado a sí mismo y ha traicionado a aquellos a quienes juró servir y ayudar.

Creo que cuando permitimos que cada individuo, cada comunidad, florezca a su manera, se desatan fuerzas creativas y solidarias que pueden superar cualquier barrera. Al reducir el poder del estado y confiar más en las decisiones individuales y comunitarias, podemos construir una sociedad que no sólo sea libre, sino también solidaria y justa, basada en el respeto mutuo y en la cooperación voluntaria.

Te invito a considerar que las personas, cuando se les da libertad, pueden resolver sus problemas con una eficiencia y humanidad que rara vez se ven en las estructuras centralizadas. Este enfoque no es una negación de la solidaridad, sino una apuesta por una solidaridad más auténtica y voluntaria, donde la ayuda mutua no sea impuesta, sino que surja del verdadero deseo de ayudar a los demás.

Sé que no resolveremos todas nuestras diferencias en una carta, pero creo que el primer paso es escucharnos, reconocer nuestras respectivas preocupaciones y abrirnos a la posibilidad de que, quizás, ambos tengamos algo valioso que aportar.

Con respeto y esperanza,

Un amigo que busca lo mejor para todos.

@rodionromanov