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“Lamento que este hombre (…) carezca de nobleza de alma. Estoy convencido de que la ambición personal más peligrosa ha corroído todo lo bueno en él. Se ríe de los tontos que repiten como loros su catecismo proletario, al igual que se ríe de los comunistas a la Willich (revolucionarios) y de la burguesía…”…